La terminología contable


terminologia-310x240Toda disciplina técnica, científica, artística o social establece un conjunto de palabras por medio de la cual sus cultores se comunican, la cosa viene de viejo, en la marinería, entre los bandidos, grupos marginales están igualmente términos, palabras, frases, giros lingüísticos propios que los diferencian de otros grupos y son parte de su identidad. Es en los llamados bajos fondos donde se producen con mayor profusión nuevas palabras, las policías mantienen glosarios o prontuarios que recogen esta seudo lengua o creación fáctica para así poder comprender a los objetos de su trabajo. Viene a ser una especie de metalenguaje.
Los contadores no podemos escapar a esta natural tendencia y surge algo así como una terminología especifica la cual se adapta a las particularidades sociolingüísticas propias de la disciplina o mejor de sus cultores, los contadores y los usuarios de sus productos.
Con la globalización se imponen reglas generales y supranacionales es así como en materia contable la imposición de un sistema anglosajón vía Europa ha cubierto, prácticamente, la totalidad de los países. Las llamadas NIIF que se presentan como producto de un consenso, inicialmente para Europa no son más que la refinada acabada representación de un modelo contable imperial que privilegia la información para los inversionistas presentes y futuros.
Mas allá de ese aspecto cuasi técnico se presenta el de la universalidad de los términos y aquí se hace presente otro tipo de imposición, molesta por la subordinación de algunos colegas que piensan que todo lo foráneo es mejor simplemente por foráneo.
Pasamos así de un imperio técnico a un imperio lingüístico, el primero lo ejerce el poder máximo, léase Estados Unidos o si se prefiere anglosajón, que obviamente se expresa en su lengua, el inglés, pero como no todos los subordinados hablamos en el idioma de Shakespeare, se hace necesario su traducción y aquí ingresamos en otra subordinación, pudiéramos decir que es la subordinación del subordinado inicial, digno papel para un personaje como Aznar. La traducción realizada por los españoles de España adquiere características ridículas y nuestros criollos ahora subordinados del primer subordinado, copian su discurso y se creen el cuento de que el castellano, así le decimos en Venezuela, de España es mejor que el nuestro.

libros

Veamos algunos ejemplos: contable por contador, coste por costo, corriente por circulante, existencias por inventario, inmovilizado por activo fijo (el anglicismo es propiedad, planta y equipo) y así sucesivamente. Alguien podría explicar porque debemos sustituir el término circulante por el corriente. Porque es mejor uno que el otro. Existe en esa denominación una connotación diferente si usamos una u otra palabra.
Para los argentinos lo que llamamos inventario en Venezuela son bienes de cambio, para los españoles existencias, los mexicanos dicen mercaderías. ¿Cuál es el término correcto?
La contabilidad venezolano es ágrafa, a partir de la incursión en el mundo del petróleo se ha nutrido de textos estadounidenses, primero en traducciones mexicanas y luego colombianas. Es ahí donde ubicamos la terminología usual en nuestra profesión local.
Más tarde algunos libros y versiones contables españolas (de España) se han difundido en nuestro medio. Las primeras traducciones de las Normas Internacionales de Información Financiera divulgadas a través de la internet son un ejemplo de esta presencia.
Por otro lado, algunos dadores de curso, especímenes caracterizados por su lenguaje de vendedores, con la profundidad de un charco y pretendiendo originalidad y sapiencia, casualmente dos de sus carencias más destacadas, pretenden ensayar neologismos y una terminología técnica para impresionar y la confusión de los ingenuos es cada vez mayor.
Se hace necesario que los colegas entiendan que la cuestión no está solo en el continente, aunque este pese, que lo fundamental es el contenido, y para adentrarse en este se hace necesario algo más que un simple cambio de nombre, porque como dicen la mona siempre será mona así se vista de seda.


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